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Las mujeres que han estado viviendo en pareja toda la vida con el mismo hombre tienen la ventaja de que saben a la perfección las virtudes y defectos de sus maridos, y desde la primera vez que follaron también han ido descubriendo mútuamente los trucos para hacer feliz a su pareja en la cama. Lo que pasa es que en algunos matrimonios con el paso de los años la convivencia se va volviendo muy monótona y aburrida, y las relaciones sexuales se ven afectadas hasta casi desaparecer por completo en algunos casos.
En cualquier caso da lo mismo que sea una milf treintañera que una cincuentona experimentada, normalmente siempre llega un momento en el que cualquier mujer casada tiene la idea de engañar a su esposo con otro hombre, y no necesariamente tiene que ser porque esté pasando por una crisis de pareja. A una madre felizmente casada se le puede aparecer de repente alguien en su vida con el que tenga una atracción sexual imposible de frenar, y otras veces están tan aburridas de sus maridos que intentan aprovechar la primera oportunidad que tienen para ponerle los cuernos con la primera polla que pase por delante de sus narices.
Cuando una mujer ya ha decidido echar una cana al aire no tiene ningún problema en encontrar a su víctima, y si es posible siempre se buscan a algún hombre más joven que ellas que tenga la energía suficiente como para echarles dos o tres polvos seguidos hasta dejarlas totalmente exhaustas. Uno de los lugares preferidos suele ser el puesto de trabajo, porque allí conocen a gente de todas las edades con la que comparten muchas horas de convivencia y de cenas de empresa con alcohol abundante, pero en muchos casos prefieren no complicarse tanto la vida y seducir a algún jovencito que conozcan en el gimnasio o en las clases de inglés parar tener sexo sin compromiso.