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Como la mayoría sabe la masturbación originalmente es una forma de darse placer a uno mismo sin la necesidad de que esté presente otra persona. En el caso de los hombres casi todos reconocen hacerse una paja desde que eran adolescentes, pero cuando hablamos de las mujeres aún hay muchas que lo niegan porque quieren ocultarlo por pudor. A pesar de esto los tiempos están cambiando y cada vez más maduras explican a sus amigas cómo hacerse un dedo estimulando el clítoris, y la venta de juguetes sexuales para simular una penetración está ya mucho más extendida.
Lo que pasa es que siempre será más excitante cuando es tu pareja o esposa la que te ayuda a masturbarte antes de la penetración. Hay diversas formas de hacer una paja a un hombre dependiendo de la parte del cuerpo que utilice la mujer: si es un poco tímida puede hacerlo con las manos, si es una caliente tetona puede hacerle una cubana entre sus dos grandes pechos, y si es una viciosa sin complejos disfrutará haciendo una mamada o felación con su boca. Hay maduras que son unas verdaderas expertas en el arte de hacer mamadas, y llegan a excitarse casi más que él cuando obtienen como recompensa una buena corrida en la cara.
Muchas veces nos olvidamos de que a las mujeres también les gusta ser masturbadas por las manos hábiles de un hombre, ya sea como parte del calentamiento previo o para hacerlas llegar al orgasmo. Las escenas con comidas de coño en el porno se han vuelto más habituales desde que se puso de moda la depilación integral, que permite grabar primeros planos con todo detalle. También hay vibradores eléctricos que permiten al marido jugar con dos estimulaciones clitoriana y vaginal simultáneas, para que el nivel de placer de una mujer madura sea doblemente efectivo.