Al final la madrastra no pasó mal confinamiento

Lo que al principio se le hizo cuesta arriba ahora la viciosa madura tetona no quiere que termine el confinamiento. Y es que por casualidades del destino su marido se encontraba en otro país y debido al estado de alarma por la pandemia no pudo regresar a casa. Así que la madura mujer se tenía que conformar con sus dedos y juguetes para pasar las noches sola. Pero un día mientras disfrutaba jugando con la espuma bajo la ducha se sintió espiada. La sorpresa fue mayúscula al ver al joven grabándola con el móvil y tocándose el paquete por encima del calzón.