El camarero del hotel de lujo y la mega tetona madura y ninfómana

Mientras su marido hacía negocios en la ciudad ella se queda en el hotel de lujo donde se alojan a disfrutar de las maravillosas instalaciones que tienen. Decide tomarse un cóctel junto a la piscina y el mismo chico que sirve en la barra se le ofrece a hacerle un buen masaje mientras disfruta del combinado. El cabreo que tenía con su marido por haberla dejado sola en el hotel tanto tiempo se le pasó rápido en cuanto el fornido camarero puso sus manos sobre sus hombros y empezó a apretar con suavidad. Entre el calor por las altas temperaturas y el roce de esas manos grandotas la madura tetona se puso muy caliente y dejó que el chico se recreara mirando por el canalillo de sus dos enormes melones.