El genio de la follalámpara le concede al chico el deseo de follarse a la madrastra

Para celebrar el 18 cumpleaños del chico sus padres le prepararon una fiesta sorpresa con muchos globos y guirnaldas y su tarta favorita. El chico no podía estar más feliz cuando al soplar las velas su madrastra le dijo que pidiera un deseo. Como nadie podía saber que era el joven pidió poder clavar su pene en el hermoso culazo de la tetona madrastra. Y la magia, por una vez funcionó, y apareció el genio de la follalámpara para concederle tan caliente deseo al chaval. De repente su padre desapareció y la madrastra se volvió una loba ninfómana que solo quería bajarle los pantalones y con sus gruesos labios de carmín empezar a succionar la polla del chico.