Gloryhole en los vestuarios del gimnasio con dos MILF

Quien les iba a decir a estas dos maduritas que aquél día en el gimnasio iban a sudar tanto pero al mismo tiempo disfrutar como perras. Y es que cuando fueron a cambiarse a los vestuarios vieron por una regilla que alguien las espiaba. En lugar de alarmarse las dos fueron a ver quién había al otro lado y solo vieron un gran pene bien empalmado. Se pusieron tan cachondas las dos mamis que empezaron a chupar aquél miembro que emergía de la pared como si de un glory hole se tratara.