Kristen Scott le cuenta sus penas a la amiga

Aunque llevan muchos años de amistad nunca les había pasado algo semejante. Estaban un día en casa charlando y explicándose cosas personales cuando de repente empezaron a notar una atracción sexual increíble, al principio se contuvieron por vergüenza o el miedo al rechazo de la otra parte pero la atracción empezó a crecer como si de un hechizo se tratara y no pudieron aguantar más, empezaron a desnudarse, a magrearse las tetas y por último a comerse los coños mutuamente.