La rubia pija se encapricha de su mayordomo

Esta rubia heredó la enorme fortuna de su marido y podría ligarse al hombre que quisiera, pero la viuda pija siempre había sido una mujer muy caprichosa y le gustan las relaciones con morbo, así que llamó al mayordomo para hacerle un chequeo a su enorme rabo negro y desde entonces no puede pasar una sola tarde sin exigir su ración de polla antes de que le preparen la cena.