La vieja del ático es muy agradecida con los chicos que le suben la lavadora

En los edificios antiguos no hay ascensores y eso se convierte en un problema para la gente mayor. Pero la vieja del ático se las apaña muy bien cuando vuelve de la compra y para cosas cotidianas pero cada vez usa más la compra por internet y el reparto a domicilio. Ahora se ha cambiado la lavadora y dos chicos bien jóvenes y guapos le han subido el pesado electrodoméstico y además se lo han instalado y dejado funcionando en un periquete. La vieja tetona está muy contenta y quiere agradecer a los chicos el inmenso esfuerzo realizado así que entre risas y miradas pícaras se desabrocha la blusa para mostrarles sus bonitas y grandes tetas naturales. Después de un intercambio de miradas entre los dos jóvenes se lanzan a tocar esos pechos maduros.