Medidas drásticas para corregir el comportamiento lascivo de la jovencita

Cuando esta matrimonio de clase alta pensó en tener hijos y formar una familia nunca imaginó que la chica acabaría siendo una zorrita de cuidado. Cuando traía algún chico a casa no se cortaba un pelo y se liaba en cualquier rincón con él de forma lujuriosa y explícita. Hasta en las cenas en familia ella aprovechaba para masturbar al joven bajo la mesa mientras su padre contaba sus batallitas en la escuela. Pero la madrastra que no tenía un pelo de tonta se daba cuenta de todo su comportamiento de ninfómana ccompulsiva así que la tenía que agarrar en privado y castigarla con unos buenos azotes en las nalgas. Esta vez como había ido muy lejos le puso una mordaza en la boca y la obligó a mirar como una voyeur mientras se follaba a su chico delante de ella.