Para ganar una apuesta me tuve que follar a una madura gordita

Cuando la gente se entera de las apuestas que hacemos con nuestros colegas dicen que somos unos depravados y unos guarros, pero a nosotros nos divierte apostar a ver quién se liga a las tías más raras. Ayer lo hicimos para ver quién se follaba a la mujer más gorda, y yo me fui directamente a buscar a la empleada del autolavado que conocía desde hace años y le invité a venir a mi casa para follarmela en la ducha y ganar esa apuesta.