Tetona madura visita el joven médico de cabecera a última hora de la tarde

Oiga doctor, devuélvame mi depresión, como dice la letra de la canción de Sabina. Cuando el joven médico se disponía a cerrar la consulta y empezar el fin de semana jugando al golf con unos amigos, una despampanante rubia madura de tetas operadas apareció en la consulta. Si no fuera por lo tremenda que estaba esta madura adinerada se hubiera ido fijo, pero su espectacular escote y las artimañas de seducción de la mujer casada no le dejaron reaccionar. Era una de sus pacientes más habituales que acudía siempre con cualquier excusa, pero aquella tarde ella venía para otra cosa. Estaba desesperada por sentir la polla del prometedor doctor clavada en su coñito húmedo.